Examine Este Informe sobre iglesia en el bosque
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Sigue siendo aún una “rama” de la Iglesia católica como lo era antes. En la Hogaño, las Iglesias Anglicana, Católica Romana, y Griega son cada una de ellas una rama de la Iglesia Universal. Ninguna de ellas tiene derecho exclusivo a llamarse a sí misma la Iglesia Católica. Los defensores de la teoría reconocen, de hecho, que este estado dividido de la Iglesia es anormal. Admiten que los Padres nunca contemplaron la posibilidad de una iglesia Campeóní separada en partes. Pero afirman que circunstancias tales como las que condujeron a este estado de cosas anormal nunca se presentaron durante los primeros siglos de historia eclesiástica.
La Iglesia católica afronta profundos cambios en la Antigüedad Moderna. Por una parte, se inicia una expansión de las misiones cerca de algunas zonas de África y Asia y en torno a América desde los viajes y conquistas de españoles y portugueses. Por otro flanco, se viven fuertes tensiones internas y un deseo profundo de reforma.
Hay dos sociedades que son perfectas: la Iglesia y el Estado. El fin del Estado es el bienestar temporal de la comunidad. Búsqueda hacer efectivas las condiciones que se requieren para que sus miembros sean capaces de alcanzar la satisfacción temporal. Protege los derechos y promueve los intereses de los individuos y de los grupos de individuos que pertenecen a él. Todas las demás sociedades que pretenden de alguna forma un perfectamente temporal son necesariamente imperfectas. O bien existen en último término para el correctamente del propio Estado; o, si su finalidad es el provecho privado de algunos de sus miembros, el Estado debe concederles autorización, y protegerlas en el control de sus diversas funciones. Si demuestran ser peligrosas para él, puede con Equidad disolverlas. La Iglesia todavía posee las condiciones requeridas para una sociedad perfecta. Es evidente que su finalidad no está subordinada a la de ninguna otra sociedad: pues pretende el bienestar espiritual, la felicidad eterna del hombre.
La profecía hebrea se refiere en proporciones casi iguales a la persona y a la obra del MesíTriunfador. Esta obra se concebía como consistente en el establecimiento de un reino, en el cual iba a reinar sobre un Israel regenerado. Los escritos proféticos nos describen con precisión muchas características que iban a distinguir a ese reino. Durante su Profesión Cristo no sólo afirmó que las profecíVencedor relativas al MesíGanador se iban a cumplir en su propia persona, sino incluso que el esperado reino mesiánico no era otro que su Iglesia.
Iglesia fría: en este caso hablamos de un derecho de asilo en Intocable que se obtenía en la caducidad.
En el cristianismo, la Iglesia es entendida como una comunidad espiritual que reúne a los fieles que profesan la misma doctrina, celebran los mismos sacramentos y siguen una estructura religiosa común.
Las dos sociedades pertenecen a órdenes diferentes. La satisfacción temporal a que tiende el Estado no es esencialmente dependiente del perfectamente espiritual que búsqueda la Iglesia. La prosperidad material y un alto cargo de civilización pueden encontrarse donde no exista la Iglesia. Cada sociedad es suprema en su propio orden. Al mismo tiempo, cada una de ellas contribuye en gran medida al progreso de la otra. La Iglesia no puede atraer a hombres que no tengan algún rudimento de civilización, y cuyo salvaje modo de vida hace increíble el desarrollo ético. De ahí que, aunque su función no es civilizar sino exceptuar almas, inclusive Campeóní cuando llega a tratar con razas salvajes, comienza por buscar comunicarles los elementos de la civilización. Por otro flanco, el Estado necesita las sanciones sobrenaturales y los motivos espirituales que la Iglesia imprime en sus miembros. Un poder civil sin éstos se fundamenta de forma insegura.
Formar parte del cuerpo de Cristo significa que estamos llamados a moldearnos continuamente para parecernos cada momento más a Cristo.
Hay veces en que apreciamos más un detalle que nos brinda un desconocido, que el gran regalo que nos tiene Cristo; y hasta lo dejamos a un flanco con el moño puesto.
La iglesia es el cuerpo de Cristo: todas las personas que aceptan el don de la salvación de Cristo y siguen sus conocimiento. Es mucho más que un edificio. En la Nuevo testamento, "iglesia" nunca se refiere a un edificio. Siempre se refiere a las personas, las personas que siguen a Jesucristo.
Todas las barreras nacionales, no menos que todas las diferencias de clase, desaparecen en la Ciudad de Todopoderoso. No se iglesia ha de entender que la Iglesia ignore los lazos que unen al hombre con su país, o infravalore la virtud del patriotismo. La división de los hombres en diferentes naciones entra en los planes de la Providencia. A cada nación se le ha asignado una tarea distinto a realizar en el ampliación de los propósitos de Alá. Un hombre tiene deberes en torno a su nación no menos que cerca de su comunidad. El que descuida ese deber incumple una obligación recatado primordial. Además, cada nación tiene su propio carácter, y sus propios talentos especiales. Se descubrirá que habitualmente un hombre alcanza una virtud superior, no descuidando estos talentos, sino encarnando los ideales mejores y más nobles de su propio pueblo.
En un principio, la Iglesia ortodoxa formaba parte de la Iglesia católica, pero, tras una serie de conflictos, ambas Iglesias se separarían el 16 de julio de 1054 en el Cisma de Oriente y Poniente.
La teoría de M. Loisy respecto a la ordenamiento de la Iglesia ha atraído tanta atención en años recientes como para demandar una breve reseña. En su obra, “L’Evangile et l’Eglise”, acepta muchas de las opiniones sostenidas por críticos hostiles al catolicismo, y prostitución mediante una doctrina de expansión de reconciliarlos con alguna forma de adhesión a la Iglesia. Insiste en que la Iglesia es de la naturaleza de un organismo, cuyo principio animador es el mensaje de Jesucristo. Este organismo puede padecer muchos cambios de forma externa, conforme se desarrolla de acuerdo con sus deposición internas, y con los requerimientos de su medio concurrencia. Hasta Ganadorí mientras estos cambios sean los demandados para que el principio básico pueda preservarse, son de carácter no esencial.
Desde un abordaje sociológico, se llama iglesia a cualquier grupo religioso que cuenta con una estructura y que ha sido institucionalizado. En este situación, se alcahuetería de una sociedad compuesta por personas que comparten creencias y prácticas que a partir de ella se han configurado, las cuales giran en torno a lo que es Venerable para ellas y al modo en el que se da el vínculo con lo profano.